31 de diciembre de 2015

Dear 2015

Querido 2015...

Llevamos casi 365 días juntos y parece que fue ayer cuando llegaste. Llegaste con besos y abrazos. También con algunas llamadas y mensajes que tenían los mejores deseos.
Hoy estoy para despedirte, y despedirte bien porque 2015 tanto por lo bueno como por lo malo será para recordar.

Si pudiera decirle algo a mi yo de hace justo un año es que siga haciendo las cosas como las está haciendo porque en poco tiempo tendrá cosas que no se imagina, verá que todo esfuerzo tiene su recompensa aunque pocas semanas después piense que no y por esto que siga buscándole el lado bueno a las cosas porque todo tiene algo bueno, al final lo agradecerá y el dicho de "no hay mal que por bien no venga" tendrá más razón que nunca.

Si cierras los ojos y pones en tu cabeza 2015 ¿qué aparece? ¿quién aparece?

En mi primera mitad del año aparecen muchos apuntes, muchos exámenes. Agobios y más de una lágrima. Aparece una despedida, que no será la única, aunque por menos tiempo del que espero. Hay nervios, y celebraciones porque sí, hay cosas que celebrar.

En verano me encuentro por Italia, conociendo mundo. Y no hay nada mejor para empezar el verano. En su momento pensé que porqué yo no, que fue mala suerte. Que fueron cuatro adjudicaciones con muchos días malos. Hoy pienso que fue suerte, y qué alegría. Y como solución para los días malos, un blog. Era el momento.

También aparecen reencuentros sorpresas, más de uno y más que esperados. Charlas que son vida (y menos mal), días de playa eternos y una puesta de sol tras otra. Después me encuentro en Londres, con un típico verano inglés y diez días estupendos.

Septiembre siempre es especial para mí. Este año no ha sido menos. 18 septiembres vividos. Septiembre de 18. Septiembre de decisiones importantes, de "vuelta a la rutina" para el mundo y de empezar una nueva rutina para mí. Empiezan los cambios.

Y mis últimos tres meses han sido de cambios, sí. De cambios en todo y, oye, a veces son necesarios. De acostumbrarme, de empezar y conocer. De un canal. De más reencuentros. De echar de menos.

Todo esto aparece en mi cabeza cuando pienso en 2015. Y ¿quién aparece? Por suerte durante todo el año he tenido cerca a las mismas personas. Las que se han alegrado tanto como yo por todo lo bueno y han intentado enseñarme el lado positivo de las cosas cuando yo no lo encontraba. El abrazo más sincero, el mejor refugio. Vida.

Y en mis últimos tres meses han aparecido personas que hacen que eche de menos la rutina con ellas. Porque sí, porque "hay quien sabe ser magia aunque nunca llegue a saberlo"

2015, un placer, una suerte.

Julia 






1 comentario:

  1. Mi vida. Yo te adoro desde hace 19 años en que aún eras una habichuelita. Nunca pude imaginar tener tanta suerte con una hija y resulta que la vida me dio la misma suerte con dos, contigo y con Isa. Sois maravillosas por dentro y por fuera y cada día me siento orgullosa de vosotras. Os amo.

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